Hasta 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más fuerte que la heroína, el fentanilo es un potente opioide sintético que presenta intensos efectos analgésicos.
Se trata por tanto, del analgésico opioide más potente disponible en el mercado para su uso clínico en el tratamiento del dolor.
Aunque el fentanilo es considerado seguro y efectivo en un entorno médico controlado, su uso conlleva un alto riesgo de abuso potencial.
El fentanilo es un opioide sintético altamente eficaz en el alivio del dolor crónico moderado a severo.
Al unirse a los receptores opioides del cuerpo, aumenta los niveles de dopamina en el sistema nervioso central, produciendo un estado de relajación, alivio del dolor y promoviendo una sensación de bienestar (euforia).
Se utiliza en la medicina para controlar el dolor durante la cirugía y en el tratamiento de enfermedades crónicas como el cáncer.
El fentanilo deprime los centros respiratorios, el reflejo de la tos y contrae las pupilas, produciendo sedación y alivio del dolor en pocos minutos.
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Sin embargo, su efecto es de corta duración, entre 30 y 90 minutos, y sus efectos pueden variar según factores como el peso, la altura, la salud general y la dosis.
Además, su uso combinado con otras drogas puede potenciar sus efectos de manera peligrosa.
Desafortunadamente, la diferencia entre una dosis terapéutica y una dosis mortal de fentanilo es muy pequeña, y existen versiones ilegales de esta droga que son aún más fuertes que la versión de prescripción.
Por esta razón, algunos consumidores la utilizan como sustituto de la heroína.
El fentanilo fue sintetizado por primera vez en 1960 por Paul Janssen como anestésico general en forma de citrato de fentanilo.
Desde entonces, se han desarrollado otros análogos y derivados, como sufentanilo, alfentanilo, remifentanilo y carfentanilo, que se utilizan en la práctica médica.
En los años 90, se comercializó como tratamiento paliativo del dolor en forma de parche, y desde entonces se han introducido nuevas fórmulas de acción rápida para uso personal, como pastillas, inyecciones orales y aerosol sublingual.
En resumen, aunque el fentanilo es una herramienta importante para el manejo del dolor en la práctica clínica, es importante tener en cuenta su alto riesgo de abuso potencial y su peligrosidad cuando se utiliza de manera inadecuada.
Consumo ilegal de fentanilo
El fentanilo puede administrarse legalmente bajo supervisión médica en forma de inyección, parche transdérmico o pastillas disueltas en la boca.
Sin embargo, el fentanilo ilegal se fabrica en laboratorios clandestinos y se vende en diversas formas, como polvo, gotas en papel secante, envases de gotas para los ojos o rociadores nasales, y pastillas similares a otras drogas opioides recetadas.
Para obtener más beneficios, algunos traficantes mezclan fentanilo con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA, lo que puede ser muy peligroso para los consumidores que no saben que están ingiriendo una sustancia potencialmente mortal.
Efectos en el cerebro si se consume de manera ilegal
Al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones.
Después de consumir opioides muchas veces, el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea la droga.
Cuando una persona se vuelve adicta, la búsqueda y el consumo de la droga se apoderan de su vida.
Los efectos del fentanilo incluyen:
- felicidad extrema
- aletargamiento
- náuseas
- confusión
- estreñimiento
- sedación
- problemas para respirar
- pérdida del conocimiento
Daños físicos y psicológicos del consumo ilegal de fentanilo
El trastorno por consumo de drogas puede variar en intensidad, desde leve hasta grave.
Las personas adictas al fentanilo que dejan de consumirlo pueden experimentar varios síntomas de abstinencia que a veces comienzan apenas unas pocas horas después de haber consumido la droga por última vez.
Estos síntomas incluyen:
- dolores en músculos y huesos
- problemas para dormir
- diarrea y vómitos
- escalofríos con “piel de gallina”
- movimientos incontrolables de las piernas
- deseos intensos de consumir la droga
Entre los daños psicológicos que puede llegar a producir, se encuentran los siguientes:
- depresión
- episodios de llanto
- ideas de suicidio
- cambios de comportamiento
- ansiedad e irritabilidad
- alucinaciones
- Estos síntomas pueden ser sumamente desagradables y son el motivo por el cual a muchas personas se les hace tan difícil dejar de consumir fentanilo.
Actualmente se están creando medicamentos para ayudar en el proceso de abstinencia de fentanilo y otros opioides.
AMLO y Biden sostendrán videoconferencia donde se tratará el tema del fentanilo
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden sostendrán una videoconferencia este 9 de mayo de 2023.
Entre los temas que abordarán los mandatarios se encuentra el relacionado con el fentanilo, que ha causado polémica entre ambas administraciones durante las últimas semanas.
En este punto hay que recordar que algunos legisladores estadounidenses acusan que en México no se ataca el problema de los cárteles del narcotráfico.
Por su parte el presidente de México, ha asegurado en diversos momentos, que México no es productor de fentanilo ni su tráfico ilegal hacia el vecino país.
