Arturo Iglesias Mendoza, jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN) indicó en conferencia de prensa que los microsismos que se han percibido en la Ciudad de México (CDMX), no han superado una magnitud de 4.
Y aunque el epicentro de estos movimientos han sido puntos de la capital del país, su baja intensidad los convierte en un riesgo bajo para los habitantes
Los microsismos son sismos de baja magnitud que suelen presentarse con una intensidad menor a 4. Esto de acuerdo con los registros históricos del Servicio Sismológico Nacional (SSN) y la literatura especializada.
Afortunadamente, debido a su corta duración y frecuencias altas, tienen una baja probabilidad de causar daños significativos.
Con el objetivo de fortalecer la capacidad de respuesta ante estos eventos de baja magnitud, se han implementado medidas importantes.
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Una de ellas es la inversión en el Centro de Monitoreo del Servicio Sismológico Nacional y el Puesto Central de Instrumentación Sísmica.
Estas instalaciones son fundamentales para el monitoreo constante de los movimientos sísmicos y la generación de información actualizada y precisa.
Red ECOs para detectar microsismos
En la siguiente etapa de la Red ECOs (Estudio de la Ciudad de México por Oscilaciones Locales), se llevarán a cabo estudios exhaustivos sobre los movimientos sísmicos locales. Esto permitirá generar simulaciones de terremotos y evaluar su posible impacto en las estructuras de la ciudad.
Además, se instalarán 20 nuevas estaciones de monitoreo para ampliar la cobertura hacia el sur de la Ciudad de México.
Estas acciones buscan brindar una mayor seguridad a los habitantes de la capital frente a los microsismos.
La generación de información adecuada sobre estos eventos y la capacidad de respuesta mejorada son elementos clave para reducir los riesgos asociados.
Al comprender mejor los movimientos sísmicos locales y su posible impacto en las estructuras, se pueden tomar medidas preventivas y de mitigación de riesgos de manera más efectiva.
Es importante destacar que la educación y la conciencia pública también desempeñan un papel crucial en la preparación y respuesta ante los sismos.
La difusión de información precisa y comprensible sobre los microsismos, así como sobre las medidas de seguridad y los protocolos de actuación, empodera a la población para tomar decisiones informadas y estar preparada en caso de un evento sísmico.
En resumen, la inversión en infraestructura de monitoreo y la realización de estudios especializados en microsismos son pasos significativos para fortalecer la capacidad de respuesta ante estos eventos de baja magnitud.
Al generar información precisa y brindar educación sobre los riesgos sísmicos, se busca proteger y proporcionar seguridad a los habitantes de la capital.
La prevención y la preparación son fundamentales para mitigar los riesgos asociados con los microsismos y garantizar la seguridad de la comunidad en general.
