El misterio de la torta de tamal ¿dónde se originó? NO es de la CDMX ¿dónde nació la guajolota?

Torta de tamal
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La torta de tamal es uno de los platillos más comidos diariamente en la Ciudad de México. En muchas esquinas hay puestos que venden la también llamada “guajolota“.

¿Sabes su origen?, muchos podrían pensar que es originario de la CDMX, pero no.

A muchos les gusta meter su tamal en un bolillo, a otros les parece una cosa nada deliciosa, de hecho Taste Atlas, un sitio gastronómico especializado, publicó una actualización de su ranking de platillos colocando a la torta de tamal, como uno de los ‘desayunos’ más populares en la Ciudad de México, entre las peores del mundo en 2022.

¿De dónde es originaria la torta de tamal?

Hay muchas versiones sobre el origen de la torta de tamal. El historiador mexicano José N. Iturriaga, en su libro La cultura del antojito. De tacos, tamales y tortas (2013), explicó que la guajolota nació en la ciudad de Puebla hace al menos 200 años.

Esta receta original difiere ligeramente de la actual guajolota, puesto que se usaba pan bazo y se rellenaba con una enchilada roja y carne de puerco deshebrada.

Con el tiempo, la receta se trasladó a la capital mexicana y se sustituyeron los ingredientes, mientras que en Puebla se mantuvo la original y eventualmente se acabó perdiendo.

Sobre el nombre “guajolota” también existen diversas teorías acerca del origen del nombre. Algunos lo atribuyen a la forma cebada y redondeada similar a la pechuga de un guajolote.

Al ser una comida con muchas calorías, dicen que te deja “gordo, gordo, gordo”.

Una de las teorías sobre el nombre señala que se le llama así porque a los guajolotes se les engorda con maíz, el núcleo de esas enchiladas o tamales que rellenan el bolillo.

Una de las más aceptadas es la que cuenta que unos ingenieros que visitaban Tulancingo, en Hidalgo, para instalar electricidad en épocas decembrinas, se acercaron hambrientos a un puesto donde la dueña ya casi no tenía comida, así que les ofreció tortas rellenas de enchiladas.

Los ingenieros dijeron que eso era “su pavo o su guajolote”. Años después, una joven que trabajaba en el puesto puso el primer expendio en Tulancingo de estas tortas llamándolas guajolotes.

Lo que es un hecho es que no debe haber estado donde se consuman más tamales y guajolotas que en la Ciudad de México.

Y es que en México hay una gran tradición sobre convertir en taco o en torta todo lo que se pueda.

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