Un equipo de científicos internacionales ha logrado presenciar cómo una estrella consume un planeta cercano, proporcionando una visión única sobre lo que podría ser el fin del mundo en la Tierra, es decir, el futuro de nuestro propio Sistema Solar.
El descubrimiento fue posible gracias al ZTF (Zwicky Transient Facility), un proyecto de búsqueda sistemática en el hemisferio norte de fenómenos astronómicos transitorios.
La estrella devoradora de planetas se encuentra en la constelación de Aquila, a unos 12 mil años luz de distancia de nuestra propia galaxia.
Los científicos pudieron observar cómo la estrella aumentó su brillo en más de 100 veces en tan solo 10 días antes de desvanecerse rápidamente.
La combinación de ambos fenómenos observados sólo pudo producirse cuando una estrella engulló un planeta cercano, probablemente un mundo caliente del tamaño de Júpiter.
Este mundo había sido arrastrado hacia la atmósfera de la estrella moribunda y luego consumido en su núcleo.
Los astrónomos afirman que estaban viendo la fase final de la deglución. Lo que da una idea del destino de nuestro Sistema Solar en el futuro.
Cuando el Sol se queme en unos cinco mil millones de años, se convertirá en una enana blanca. Entonces consumirá los planetas interiores del Sistema Solar, incluyendo la Tierra.
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Este proceso será similar al observado en la estrella en la constelación de Aquila.
El descubrimiento de la estrella devoradora de planetas se realizó en mayo de 2020, pero los expertos tardaron meses en averiguar qué estaba ocurriendo exactamente.
Los científicos del MIT, la Universidad de Harvard y Caltech analizaron los datos y otras observaciones para confirmar lo que habían observado.
Después del destello inicial, la estrella comenzó a emitir energía más fría, lo que sugiere que expulsó gas al espacio que luego se condensó en polvo, haciéndola lo suficientemente fría como para ser detectada en longitudes de onda infrarrojas.
Este descubrimiento es importante porque proporciona una visión única del futuro de nuestro propio Sistema Solar.
Aunque el proceso será similar al observado en la estrella en la constelación de Aquila, aún hay muchas preguntas sin respuesta sobre cómo se desarrollará exactamente.
Sin embargo, la observación de este proceso en otra estrella cercana podría ayudar a los científicos a entender mejor lo que sucederá con nuestro propio Sistema Solar en el futuro.
En general, este descubrimiento es un testimonio de la importancia de la investigación científica y de la necesidad de seguir explorando nuestro universo en busca de respuestas a algunas de las preguntas más fundamentales de la existencia.
A medida que aprendemos más sobre nuestro universo y nuestra propia existencia dentro de él, estamos mejor equipados para abordar algunos de los desafíos más grandes y apremiantes que enfrentamos como especie.
