Durante la celebración de la Vigilia Pascual en Sábado Santo o Sábado de Gloria se proclaman siete lecturas del Antiguo Testamento.
Estas tienen finalidad de que todos los cristianos recordemos que Dios cumplió todas sus promesas y las seguirá cumpliendo.
Durante las celebraciones de la Semana Santa, esta fecha está llena de signos, uno de ellos es justamente la bendición del agua.
La bendición del agua en la Vigilia Pascual se hace el Sábado de Gloria porque este día marca el inicio del nuevo tiempo litúrgico de Pascua y se considera el día en que Cristo resucitó de entre los muertos.
En la antigüedad, el Sábado de Gloria era el día en que se realizaban los bautismos. Porque se creía que el agua bendecida en ese día tenía un poder especial para simbolizar la unión con Cristo muerto y resucitado.
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La bendición del agua es un signo de la renovación de la vida que se produce a través de la resurrección de Cristo.
El agua bendecida en la Vigilia Pascual se utiliza para bautismos y otros sacramentos a lo largo del año litúrgico, recordando siempre la gracia de la Pascua.
En resumen, la bendición del agua se hace durante esta celebración de la Semana Santa. Porque es el día en que la Iglesia conmemora la resurrección de Cristo y la renovación de la vida, y el agua bendecida en este día se utiliza a lo largo del año como un signo de esta gracia.
Durante este día se reflexiona sobre la pasión, muerte de Jesús y su resurrección. Las iglesias no celebran la eucaristía, tampoco tocan las campanas, no se administra ningún sacramento, excepto la unción de los enfermos y la confesión de los pecados.
Muchos creyentes realizan ayuno para honrar de esta manera la muerte de Jesús y prepararse para conmemorar su resurrección.
¿Por qué existía la tradición de arrogarse agua el Sábado de Gloria?
Anteriormente se acostumbraba arrojarse agua, ya que algunas personas solían creer que al hacerlo se purificaba su alma y así, aliviaban sus pecados.
Sin embargo, gracias a las sanciones implementadas por distintos gobiernos para evitar el desperdicio y mal uso del agua durante el Sábado Santo, esta tradición dejó de ocurrir, y en su lugar muchos creyentes acuden junto con sus familias a nadar, ya sea en playas o balnearios.
La tradición de aventarse agua para celebrar la resurrección de Cristo un día antes de Pascua surgió durante la Edad Media.
En está época la iglesia católica ordenaba seguir al pie de la letra la cancelación de actividades durante la cuaresma. Como era el caso de no bañarse durante la Semana Santa.
Hacerlo era un pecado porque el agua era el elemento más importante de purificación y no podía utilizarse durante esa semana hasta el Sábado de Gloria.
Una vez que llegaba el sábado, las personas solían aventarse cubetadas de agua para purificar su alma y lavar sus pecados.
Ese día y durante la noche, las iglesias bautizaban a muchos que deseaban convertirse al catolicismo. Pero debido al gran número que asistían, los sacerdotes optaron por mojar a todos al mismo tiempo en lugar de utilizar la pila bautismal.
