¿Por qué se celebra el Día de la Candelaria, qué significa esta fecha?

Significado de la celebración del Día de la Candelaria
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El próximo 2 de febrero, se lleva a cabo la celebración del Día de la Candelaria, una de las fiestas del catolicismo más famosas en México, pues miles de personas acuden a las iglesias a bendecir su imagen del Niño Dios.

A continuación, te comentamos cuál es el significado de esta celebración católica.

La celebración se realiza el 2 de febrero, 40 días después de la celebración de la Navidad.

Se trata de un festejo que gira en torno de la imagen del Niño Dios, que este día se bendice en las iglesias.

¿Cuál es el significado del Día de la Candelaria?

Desde tiempos inmemoriales, la liturgia celebra la presentación de María en el templo el día 2 de febrero; es decir, 40 días después del nacimiento de Jesús. Esta fiesta tuvo inicialmente un carácter penitencial y purificatorio, pues las personas se acercaban al sacramento de la penitencia o hacían procesiones.

Tomando en cuenta las palabras del anciano Simeón, que en el Evangelio llama a Jesucristo “Luz para alumbrar a las naciones”, en las procesiones se utilizaban velas encendidas, lo que dio origen a que se le llamara también “Día de las velas”, “Día de las candelas” (candela = vela) o “Día de la Candelaria”.

¿Qué significa Candelaria en la Biblia?

De acuerdo con el pensamiento bíblico del Antiguo Testamento, la mujer quedaba impura en el momento del parto (por la sangre que derramaba en el acto de dar a luz), por lo que debía cumplir con un rito establecido para su purificación.

Para ello tenía que esperar 40 días, si daba a luz a un niño, y 80 si daba a luz a una niña. Después del tiempo esperado, la mujer se presentaba en el templo para cumplir con el rito de purificación, llevando consigo la ofrenda prescrita por la ley que consistía en presentar dos animales, que en el caso de los pobres, eran dos pichones o tórtolas.

⇒LEER TAMBIÉN: ¿Por qué se comen tamales el 2 de febrero, Día de la Candelaria?

El ritual prescribía el sacrificio de uno de los animales para que, con su sangre, se rociara al otro y después se le dejara en libertad.

El significado era claro: con el precio de la sangre de uno se obtenía la libertad del otro; o dicho de otra forma, gracias a la sangre del sacrificado, la mujer impura recuperaba su pureza.

Aunque María dio a luz a Jesucristo sin perder su virginidad ni derramar gota alguna de sangre, ella se presentó en el templo para cumplir con lo que prescribía la ley.

María y José llevaban consigo al Niño Jesús como también marcaba la ley: que a los 40 días de nacido, todo varón judío debía ser presentado en el templo.

¿Por qué en México se comen tamales el Día de la Candelaria?

En México existe una gran devoción al Niño Jesús y en muchos hogares hay una imagen de él que ayuda a vivir el tiempo santo de la Navidad.

En Noche Buena, se lleva la imagen a la Misa de Gallo y, al final de la celebración, los padrinos la arrullan y la llevan a acostar en el pesebre (puesto en el Nacimiento) entre las imágenes de María y José.

Pasado el 6 de enero, fiesta de los Reyes Magos, los padrinos recogen la imagen del Niño y la llevan a su casa donde la visten primorosamente para llevarla a presentar al templo el 2 de febrero, Día de la Candelaria.

Todo esto se hace entre sencillas fiestas familiares en las que no faltan los tradicionales tamales y atole.

¿Qué deben hacer la madrina o padrino del Niño Dios?

Aunque la tradición señala que el Niño Dios debe tener un padrino y que estos lo son por tres años consecutivos, no es necesario seguir al pie de la letra estas normas.

Lo más importante de la figura del padrino es que constituye un signo de amistad.

Se invita como padrinos del Niño a personas a las que uno aprecia y con las que quiere uno estrechar la relación de amistad, ligándola con algo tan sagrado como el mismo Niño Jesús. El ser padrino debe considerarse como un honor que nos hacen nuestros amigos, pero sería bueno tomarlo también como un signo de predilección de Dios.

Es conveniente que los padrinos acudan a confesarse con tiempo para comulgar en la Misa del 2 de febrero y así recibir en su corazón a ese Jesús por el que han mostrado tanto cariño al vestirlo y llevarlo a presentar al templo.

Con información del Semanario Desde La Fe.

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