Los festejos por el Día de Muertos se encuentran muy próximos y las familias comienzan a alistar todo lo necesario para recibir a sus seres queridos, incluída la flor de cempasúchil que no puede faltar en las ofrendas.
Esto lo saben perfectamente los productores, quienes a estas alturas ya comienzan la última etapa de la temporada para que en los días previos y durante los días dedicados a los fieles difuntos, no les falte el camino de esta icónica flor.
Mucha de la flor que se comercializa para estos días, se produce en la alcaldía Xochimilco, desde donde se envía para un gran número de mercados en la capital del país y otros estados.
De acuerdo con los productores de flor de cempasúchil, la temporada de siembra inicia desde el mes de mayo, cuando se realiza la compra de semilla.
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Esta compra se realiza en países asiáticos. Para ello, los productores deben hacer los depósitos correspondientes, para que las semillas les lleguen en los primeros días de junio.
Durante ese periodo entre que se pide la semilla y llegan, los productores deben preparar la tierra para después ‘ensemillar’.
Ya cuando aparece la primera plántula se pasa a una maceta donde terminará de florecer.
Se trata de un trabajo de varios meses que significa una tradición para las familias productoras, la cual desea conservar.
La idea “es festejar los días de muertos con un altar y ofrendas y, para tener eso, lo más importante es la flor de cempasúchil”, afirma Enrique Arroyo, productor de flor de cempasúchil en la zona de Caltongo, en Xochimilco.
Finalmente, las flores se encuentran listas para las ofrendas de Día de Muertos, desde las primeras semanas de octubre.
A partir de ese momento se comienzan a distribuir en panteones y mercados.
Flor de Cempasúchil, la flor de los 20 pétalos
La flor de Cempasúchil es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o “ varias flores”.
Nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol, razón por la que la utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus muertos. La tradición marca hacer senderos con las flores de cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas hacia los altares.
La flor era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.
