Para ayudar a que el cuerpo se adapte al cambio de Horario de Verano, se deben realizar adaptaciones más allá de sólo adelantar o atrasar el reloj, señala experto de la UNAM.
Raúl Aguilar Roblero, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que para adecuarse a las modificaciones sin afectar a la salud, es necesario por ejemplo, alterar la dieta alimenticia con días de anticipación.
Y es que el ritmo biológico debe adaptarse a que el atardecer se oculte con una hora de retraso.
El experto en fisiología celular, señaló en la publicación UNAM Global, que los cambios de horario, ya sea el de verano o invierno, (introducidos en nuestro país desde 1948, de manera irregular y en el 2000, definitivamente) producen reacciones distintas en la población, ya que algunos las padecen por la falta de adaptación, mientras otros las viven sin problema alguno.
⇒LEER TAMIÉN: Cambio de horario de verano 2022 ¿se atrasa o adelanta el reloj?
“Todos reaccionamos de diferente forma, dependiendo de las características de cada uno”, señala.
De qué dependen los efectos del cambio de horario en el cuerpo humano
Aguilar Roblero, comentó que la variabilidad en las respuestas de cada cuerpo humano se debe a que todos los seres vivos tienen, en el hipotálamo, en la zona central del cerebro, un reloj circadiano (que significa “cerca de un día”).
Este reloj tiene como función coordinar a todo el organismo. Para llevar a cabo su labor, este oscilador recurre a dos indicadores que lo ayudan para sincronizarse:
- La luz del Sol
- La hora de alimentación
También experto en neurociencia cognitiva, el investigador de la UNAM explicó que, gracias a estas dos señales llevamos a cabo nuestras actividades en el momento adecuado del día, propiciando el funcionamiento “armónico” del cuerpo.
“Así como tenemos un color de ojos, cabello y piel, también estamos codificados en nuestros genes como personas nocturnas o matutinas”, detalló.
Especialista en medición del tiempo biológico, Raúl Aguilar manifestó que tendemos a pensar que dormir y despertar a las mismas horas es parte de nuestros hábitos cotidianos.
Sin embargo, “es mucho más que eso, porque está regulado por el reloj circadiano, por esta razón, es difícil para el organismo realizar el cambio de horario”, puntualizó.
Horario de Verano puede ocasionar daños en el organismo
En la investigación “El cambio de horario y la salud”, liderada por un grupo de investigadores de la UNAM y publicada en 2001, se revela que el desajuste ocurre como una reacción directa de los ciclos repetitivos, mejor conocidos como “ritmos biológicos”.
Estos suelen estar divididos por líneas del tiempo variables, por ejemplo por horas -de acuerdo al apetito-, por día -sueño y vigilia-, semanas o mes -por menstruación-.
Todos estos cambios alteran los ciclos adaptativos de nuestro reloj biológico.
Aguilar Roblero también aclara que estos cambios no causan grandes daños. “Sentimos que nuestro cuerpo protesta por lo que está pasando. Pero no nos va a enfermar, finalmente nos adaptamos”, en un lapso de entre tres días y una semana, aseguró.
¿Qué efectos puede causar el Horario de Verano?
El experto señala que con evidencia epidemiológica se ha demostrado que durante el horario de verano se incrementan los accidentes automovilísticos. Así como ocurren una alza en la morbilidad -casos activos- de infecciones intestinales.
Otros efectos ocasionados por el cambio de horario, pueden ser:
- Somnolencia
- Irritabilidad
- Dificultad en la concentración
- Retención de la memoria
- Cambios de ánimo que desencadenan la depresión y ansiedad
¿Qué se recomienda para adaptarse al Horario de Verano?
De acuerdo con lo dicho a UNAM Global, Aguilar Roblero, asegura que: “Para algunos será más fácil el horario de verano y para otros el de invierno”.
La función del reloj circadiano varía dependiendo la edad. Pues al nacer, el neonato muestra ritmos cuyo ciclo varía de 90 a 120 minutos, en los que el individuo alterna vigilia y sueño así como la necesidad de ingerir alimentos.
La ritmicidad cambiará paulatinamente, a causa de la maduración de los núcleos y la influencia de las normas sociales, adaptándose a los horarios de un adolescente y más tarde, a los de un adulto, alterándose nuevamente durante la vejez.
Por ello es que el investigador de la UNAM recomienda modificar la hora de alimentación con días de anticipación del cambio horario. Esto con el objetivo que el reloj circadiano capte las señales y atraviese una transición más sencilla.
También menciona la importancia de evitar el uso de dispositivos móviles como celulares o tabletas antes de prepararnos para dormir. Porque la luz azul que despiden manda señales al cerebro para mantenernos despiertos y esto ralentizará la conciliación del sueño.
Finalmente aconsejó dejar la actividad física y las rutinas de ejercicios para las horas matutinas o vespertinas. Esto porque pasan aproximadamente dos horas para que las personas puedan dormir.
