Falta de sueño afecta el metabolismo: UNAM

FB
TW
WA
Email
Telegram

La falta de sueño puede provocar que graves daños en nuestro organismo como disminuir nuestra capacidad inmunológica, afectar el metabolismo, mermar nuestras capacidades de aprender, de memoria y atención. 

Así lo señaló Irma Yolanda del Río Portilla, académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

La especialista explicó que existe una interacción entre sueño y emociones: “son menos las alteraciones conductuales cuando se establecen patrones saludables del sueño”.

De acuerdo con el neurocientífico británico Matthew Walker, “el sueño restaura los circuitos emocionales y con ello nos prepara para los retos y las interacciones sociales del día a día. Por el contrario, el insomnio rompe los mecanismos que nos protegen de las enfermedades mentales”, refirió la universitaria.

Al privar del sueño a una persona, la amígdala cerebral (el resorte que mantiene las emociones bajo control) se vuelve hasta 60 por ciento más reactiva, y al no tener un sueño reparador, los individuos se vuelven irritables y hacer cosas de manera impulsiva, enfatizó.

Emociones como la depresión, tristeza, alegría o enojo son reacciones subjetivas a un suceso sobresaliente, caracterizado por complejos cambios de orden fisiológico, que hacen que estemos alerta, tengamos respuestas reflejas, movimientos en forma inmediata, o lo que se conoce como parálisis, es decir, podemos quedarnos congelados.

Las emociones hacen que una persona pueda ser funcional o no, porque las podemos controlar, y los lóbulos frontales son una de las herramientas más importantes para ello, explicó.

Se sabe que los cambios emocionales están dados por un incremento de sustancias como cortisol, testosterona, adrenalina, noradrenalina, hormonas de crecimiento, y que todo puede estar pasando en segundos.

De acuerdo con estudios realizados en personas normales, cuando son inducidas al insomnio presentan ansiedad. Los insomnes pueden tener características secundarias como depresión, ansiedad, y es más común en mujeres por cuestiones hormonales.

El sueño desempeña un papel en la regulación emocional. “Algunas investigaciones han demostrado que durante la privación total del sueño se da un impacto negativo en el estado de ánimo y el procesamiento emocional”.

Por otra parte, los estímulos que recibe el cerebro al utilizar celulares, computadoras y televisión por largos periodos antes de dormir, afectan el sueño, “nuestro organismo necesita rutinas, hábitos, e irnos a un lugar oscuro a dormir”.

Finalmente, Del Río Portilla indicó que cada ciclo del sueño tiene una duración de 90 minutos, entonces, si una persona desea hacer una siesta, debe ser de 20 o 90 minutos, pero si se tuvo insomnio durante la noche anterior, no es recomendable para tener un sueño reparador.

FB
TW
WA
Email
Telegram
Notas relacionadas
Hoy en Unión CDMX