Según el Diccionario de la Real Academia Española, una de las acepciones de la palabra zócalo se refiere a la plaza principal de una ciudad.
Este uso de la palabra zócalo surgió hace 174 años, cuando en el 16 de septiembre de 1843 el entonces presidente Antonio López de Santa Anna colocó la primera piedra de lo que sería el monumento conmemorativo de la Independencia de México.
Dicho monumento estaba proyectado para ser construido en el centro de la que hoy llamamos Plaza de la Constitución.
La intervención de Estados Unidos en México y otros acontecimientos políticos se convirtieron en las prioridades de los gobiernos en turno, por lo que abandonaron la construcción del monumento, el cual tenía mucha similitud con el actual Ángel de la Independencia que está en Paseo de la Reforma.
Del fallido monumento de la independencia solo quedó el basamento o zócalo, al cual se le dieron varios usos al paso de los años: se le colocaron en distintos momentos una farola, una caja acústica y hasta un kiosko.
En 1957 se realizaron las obras que le dan a la Plaza de la Constitución su aspecto actual; se coloco un piso de cemento en toda la plancha y el Zócalo, el basamento original, quedó en el olvido.
Hace unos días especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron el zócalo original, el basamento que le valió el nombre a la plaza más importante de México.
El hallazgo se realizó como parte de la supervisión arqueológica que realiza el INAH en el proyecto de rehabilitación de la Plaza de la Constitución, la cual contempla la sustitución del piso de concreto y la adecuación de la infraestructura peatonal y urbana por parte del Gobierno de la Ciudad de México. Dichos trabajos permiten a los arqueólogos bajar sólo 50 centímetros con respecto a la superficie.
Fue así que al acercarse al norte del asta bandera, registraron “la sección de una plataforma de planta circular a escasos 30 centímetros de profundidad. Ésta posee ocho metros de diámetro por 28 centímetros de alto, y está rodeada por un patio circular de 3 metros de ancho”.
El INAH informó que el basamento será protegido con una cubierta geotextil y tepetate, para permitir la continuidad de los trabajos de rehabilitación de la Plaza de la Constitución.
En el lugar donde se encontró el Zócalo original se colocará una placa que dé cuenta de este hallazgo.
Te compartimos un video que el INAH publicó sobre este hallazgo.
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