El 10 de junio de 1971 es conocido como el “Día del Halconazo”, donde un grupo paramilitar atacó a estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en donde murieron más de 120 jóvenes de manera extraoficial.
Los estudiantes salieron a las calles para apoyar a sus compañeros de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) quienes habían sufrido la intromisión del gobierno y habían quitado la autonomía debido a un proceso de elección del rector.
Así que los universitarios lanzaron consignas cintra el entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, lanzando un pliego petitorio donde requerían lo siguiente:
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La democratización de la enseñanza.
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El control del presupuesto universitario por los alumnos y profesores.
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Presupuesto universitario equivalente al 12% del PIB.
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Libertad política.
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Educación de calidad para todos.
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Respeto a la diversidad cultural mexicana.
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Estricta apertura democrática.
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Apoyo a la vida política sindical de los obreros.
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Fin de la represión por parte del gobierno.
Para exigir sus peticiones, los manifestantes recorrieron la Calzada México – Tacuba para llegar al Zócalo, pero explotó una granada y el grupo paramiltar llamado “Los Halcones” llegaron a reprimir la marcha y a disparar.
Los Halcones
El Gobierno Federal recurrió a un grupo paramilitar para contrarestar las manifestaciones democráticas que realizaba la sociedad civil, por lo que reunió a militares, porros y pandilleros, los entrenó y pagaba apara amedrentar los movimientos sociales.