La Semana Santa es una época importante en el calendario católico y está llena de tradiciones y costumbres que varían de país en país, incluso de región en región.
La piedad popular ha creado muchas leyendas en relación con la Semana Santa, algunas de las cuales son absurdas y otras son costumbres que han sido transmitidas de generación en generación.
Una de estas costumbres es la de no escuchar música durante la Semana Santa.
Aunque no hay una prohibición explícita de la Iglesia Católica en cuanto a escuchar música durante esta semana, muchos católicos no lo hacen durante los días santos de la semana.
El Jueves Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo son considerados “días de guarda”. Por lo que muchos católicos se abstienen de ciertas actividades, como escuchar música.
¿Por qué no se escucha música en Semana Santa?
El origen de esta costumbre se remonta a las antiguas costumbres familiares y de la religiosidad popular. En las que la música estaba limitada durante la liturgia de la Iglesia durante la Semana Mayor.
Aunque los cantos de este periodo se seguían interpretando, se utilizaba otro tipo de interpretación, no con instrumentos musicales, sino con polifonías.
Cuando surgieron los aparatos electrónicos para escuchar música, como los fonógrafos o los tocadiscos, la gente imitó en sus casas la austeridad y el silencio que había en las iglesias, lo que llevó a la costumbre de no escuchar música durante esta semana.
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El padre Medel, especialista en Liturgia y sacerdote de la Diócesis de Xochimilco, explica que la limitación de la música en la liturgia sigue vigente. Pero se permite un poco de música sólo para soportar el canto y evitar desentonaciones, principalmente.
Fuera de ese criterio, no hay otra prohibición en sentido estricto.
Por lo tanto, los católicos pueden escuchar música durante la Semana Santa. Pero deben tener en cuenta que algunos días se consideran más sagrados que otros. Y que, por lo tanto, la música debe ser elegida en consecuencia.
El tipo de música recomendado depende de la circunstancia en la que se quiera concentrar la persona.
- Para el Jueves Santo, hay cantos eucarísticos. Para el Viernes Santo, música o cánticos que hablan sobre la muerte de Jesús, sobre su amor, sobre la redención, sobre la misma Virgen María al pie de la cruz.
- El Viernes Santo no es un día para cantos sobre nuestros pecados, ya que esto se tuvo toda la Cuaresma.
- El Viernes Santo es para estar con Jesús que sufre.
- El Sábado Santo es un día para hacer un ejercicio de silencio, ya que “Jesús duerme en el sepulcro”.
- Si no se puede, la música debe ser tranquila, relajante y que invite a la serenidad y la paz.
- A partir del Domingo de Resurrección en adelante, se puede escuchar música jubilosa, festiva, que invite a la alegría, al gozo y a la fiesta, en honor al triunfo de Cristo Resucitado.
En resumen, la costumbre de no escuchar música durante la Semana Santa es una tradición transmitida de generación en generación. Pero no significa que sea una obligación de estas celebraciones.
