En las últimas semanas el ChatGPT de la empresa OpenAI se ha convertido en el tema de conversación al ser un chatbot capaz de escribir artículos e incluso ensayos a partir de inteligencia artificial.
Al mismo tiempo, este chat ha puesto sobre la mesa las siguientes preguntas:
- ¿Qué significa esto para el futuro de la educación?
- ¿Cómo pueden las universidades abordar mejor los desafíos que plantea ChatGPT, o “Chat Generative Pre-trained Transformer”?
- ¿Podría el bot mejorar la educación?
- ¿Su uso tiene algún beneficio en el aula?
Y para responder a estas dudas, líderes de opinión de la Universidad de California, Riverside, comparten sus puntos de vista sobre este modelo de lenguaje de IA.
¿Qué puede hacer ChatGPT y cómo se podría usar mejor?
Yue Dong, profesor asistente de informática e ingeniería de dicha universidad, reconoce al ChatGPT, como un modelo de lenguaje grande.
El cual aprendió a generar texto similar al humano basado en un mensaje o contexto determinado.
Puede además realizar la mayoría de las tareas de generación de texto que involucran lenguaje natural para la comunicación.
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Ejemplos de estas tareas son completar texto (por ejemplo, correo electrónico y redacción de informes), paráfrasis, resumen de texto, traducción automática y respuesta a preguntas. Además, también se puede utilizar para aplicaciones de IA conversacionales, como chatbots y asistentes virtuales, mostrando también cierto éxito en la escritura de código.
En contraparte, Dong señala que ChatGPT no es adecuado para tareas que requieren lógica, conocimientos especializados o información actualizada.
Las observaciones sugieren que ChatGPT tiene dificultades con los cálculos aritméticos o cálculos matemáticos complicados, lo que indica que tales modelos no adquieren completamente la lógica.
Agregando que estos grandes modelos de lenguaje no se pueden actualizar de la misma manera que actualizamos las bases de conocimiento simplemente reemplazando o actualizando entidades.
En el modelo actual, la mayor parte del texto de capacitación se deriva de datos disponibles públicamente antes de 2021. Esto hace que dichos modelos no puedan generar información precisa de manera oportuna.
El académico de la Universidad de California advierte que a pesar de que la plataforma ChatGPT tiene una amplia gama de aplicaciones relacionadas con la generación de texto, los resultados deben evaluarse críticamente.
Recomendando usarse con precaución, ya que pueden contener información falsa, sesgada o desactualizada.
¿Qué deben usar la universidades para darle un buen uso a este chat de inteligencia artificial?
De acuerdo con el profesor de biología de la misma Universidad de California, Morris Maduro, en el corto plazo, los departamentos y los instructores deben evaluar qué tan problemático es ChatGPT para lograr resultados de aprendizaje en sus clases.
Si los estudiantes pueden evitar el aprendizaje real y obtener altas calificaciones en las tareas asignadas al usarlo, los instructores deberán hacer evaluaciones “a prueba de ChatGPT”.
Además podrían encontrar formas de incorporar ChatGPT para ayudar a los estudiantes a desarrollar nuevas habilidades.
Maduro puntualiza que intentar prohibir o impedir el uso de ChatGPT no es práctico.
Las herramientas de IA llegaron para quedarse. Mejorarán y serán cada vez más importantes en todas las disciplinas.
Y señala que a la larga, es posible que los departamentos necesiten reevaluar su misión docente y preguntarse si un chatbot puede hacer la mayor parte de lo que puede hacer un graduado universitario.
¿Por qué preocupa el uso del ChatGPT en las universidades?
Antes del ChatGPT, los alumnos han recurrido a otros sitios para complementar sus tareas y para ello los profesores han tenido que adaptarse a estos desafíos. Para ello han tenido que diseñar evaluaciones que puedan eludir el uso de estas herramientas.
Samia Alkam, estudiante de doctorado en política educativa en la mencionada universidad, considera que lo mismo podría suceder con esta herramienta.
Señalando que la IA no tiene capacidad para el pensamiento crítico y, a menudo, no da en el blanco cada vez que un mensaje requiere un pensamiento crítico o abstracto.
Si los profesores universitarios quieren eludir la amenaza de ChatGPT, entonces quizás sea necesario aumentar el rigor de sus tareas, señala.
Por lo tanto, la preocupación en torno a ChatGPT no tiene que ver con lo que es ahora, sino con lo que ChatGPT puede convertirse a medida que continúa desarrollándose.
Incorporar el Chat de IA en el aula obliga a elevar el pensamiento crítico
Ward Beyermann, profesor de física y astronomía, considera que a pesar de las preocupaciones por que ChatGPT compromete la evaluación académica, ello obliga a los docentes a cambiar su plan de estudios a niveles más altos de pensamiento crítico.
Más allá de esto, se pueden descubrir formas en que se puede utilizar para mejorar el proceso de aprendizaje.
Si los estudiantes se enfocan en aspectos avanzados de su trabajo escolar, los chatbots podrían ayudarlos con tareas educativas más insignificantes.
Por ejemplo, señala Beyermann, algunos profesores están experimentando con nuevas formas de participación de los estudiantes, incluido el aprendizaje basado en proyectos.
Tal vez se podría usar un chatbot para intercambiar ideas sobre estos proyectos.
Aún más impactante sería usar esta tecnología para personalizar la evaluación y tal vez incluso la experiencia de aprendizaje.
El artículo de la Universidad de California concluye que es importante tener en cuenta que ChatGPT es una herramienta y debe usarse junto con otras fuentes de información y orientación, en lugar de como un recurso independiente.
Y también es importante tener en cuenta que el resultado de ChatGPT debe evaluarse de forma crítica antes de utilizarse en cualquier trabajo de investigación.
