Rubí de La Academia 20 años podría ser la última expulsada del programa o llegar a la final, con lo cual se convertiría en un suceso, ahora explicamos porqué.
Es notorio que la joven de San Luis Potosí es popular, tiene una buena cantidad de fans, es por ello que de alguna manera se mantiene en el show pese a no ser la mejor cantante.
Su desempeño vocal es mínimo en comparación con cualquiera de los otros participantes de toda la temporada.
Ni qué decir si se le compara con los que están peleando su lugar en la final.
Sin embargo, La Academia es un reality show, por lo cual no solo vende la idea de ser un mejor cantante, sino que agrega historia de vida, drama y polémica.
Es por ello, que Rubí se ha visto beneficiada de muchas maneras, al usarla para generar empatía con la gente y que voten por ella para mantenerla, pues semana a semana muchos quieren que salga por ser la de menor desempeño.
Es importante decir que no es que la joven sea grosera, o que no se esfuerce, al contrario, eso sí lo hace. El tema es que su voz no es ni potente, ni bien trabajada.
Rubí la gran villana
¿Por qué algunos la ven como la gran villana? por el simple hecho de que ocupa un lugar que le corresponde a cualquier otro que sí canta.
Como ejemplos están Fernanda, Isabela, Jacky, quienes salieron pese a tener mejor voz que Rubí.
Por otro lado, Rubí tiene redes sociales poderosas en comparación con cualquiera de los otros participantes.
El apoyo se nota fuerte y eso no gusta a los fans de los otros participantes quienes pueden quedar fuera, gracias a la “quinceañera más famosa”.
Una cosa que ayuda a Rubí es su sencillez, pese a saber que es muy apoyada por el público, no ha caído en la soberbia y altanería que tuvo en su momento Jolette, un fenómeno televisivo en la cuarta temporada.
Rubí Ibarra nació el 31 de agosto de 2001 en San Luis Potosí, estudia la licenciatura en Comunicación.
Empezó a cantar en reuniones familiares. Se volvió la quinceañera más polémica en 2016 cuando se viralizó su fiesta involuntariamente por su padre.
El fenómeno mediático internacional provocó en la joven profundas heridas emocionales como inseguridad, la pérdida de la autoestima e incapacidad de relacionarse de manera pública.
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