El Día de las Madres lo puedes festejar en Sanborns Restaurante, hay una promoción de pastel en una bonita taza.
Este festejo es de los más importantes del año, por su simbolismo y las ventas en general.
Muchos quieren apapachar y regalar a las mamás.
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Pastel del Día de las Madres en Sanborns
El paquete es el siguiente:
Taza en forma de corazón (con café regular o descafeinado) + un pastel individual de limón en $149 pesos.
Por $55 pesos llévate el plato.
La vajilla de Sanborns es una de las más conocidas y gusta mucho a los comensales.
Si no los ubicas, son esos platos y tazas blanquiazules, de porcelana, que muchos creen que son de Puebla, pero el diseño guarda relación con una historia de amor de origen chino.
Frank Sanborn, el creador de la “cultura Sanborns”, reprodujo el diseño de la porcelana inglesa Blue Willow Pattern o Diseño del sauce con la famosa fábrica de cerámica Anfora.
Lo hizo en su afán de dar un digno sello distintivo a su negocio, el cual lo mantiene a la fecha.
Se inspiró originalmente en los mosaicos que adornan la Casa de los Azulejos, ubicada en el centro histórico de la Ciudad de México, en la calle de Madero.
Historia de la vajilla de porcelana
La historia de amor que se refleja en la vajilla es la siguiente:
Frank manifestaba su amor a su segunda esposa, Stella. La leyenda china cuenta que Koon See, una hermosa princesa, era hija de un poderoso mandarín, vivía enamorada de Chang, un joven pobre que trabajaba en la servidumbre de la dinastía See y a quien conoció en uno de los jardines del palacio mandarín.
Un día el padre de Koon See la encontró besándose con Chang. Le prohibió rotundamente volver a ver al plebeyo.
Amenazó al joven con matarlo y a su hija la encerró en su habitación junto al río y mandó a construir una valla de madera para que nadie se le acercara.
El padre comprometió a su hija en matrimonio forzado con un gobernante poderoso llamado Ta-jín. La boda se llevaría a cabo en primavera “cuando el árbol de durazno completaría su floración” de acuerdo al mandato del padre. Era la señal de un amor prohibido que no rendiría frutos.
Al llegar la fecha de la boda, los amantes se fugaron y cruzaron el puente debajo del sauce, logrando refugiarse en una pequeña choza sin que nadie los pudiera encontrar para después huir en una balsa hacía una isla donde construyeron el hogar que tanto deseaban.
Ta-jín los encontró y mató a Chang. Koon See se encerró en su casa y le prendió fuego, así decidió morir para reunirse de nuevo con su amado.
Un amor trágico, como el que hay en varias leyendas y cuentos, como Romeo y Julieta.
Cada plato de la vajilla de Sanborns muestra un fragmento de esa historia de amor, contada a través de un río, una casita, un puente, una canoa, un sauce y dos aves mirándose a los ojos a punto de besarse: Koong See y Chang.