Con la llegada del calor y las vacaciones de Semana Santa, muchas personas visitan albercas, balnearios, entre otros lugares de esparcimiento, y en muchos de ellos viven muchas bacterias.
En las albercas sobreviven muchos microorganismos, algunos de ellos patógenos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las heces son la principal fuente de virus y bacterias en los de agua dulce.
Éstas heces son procedentes de aguas contaminadas de las que se surte la piscina, de excrementos depositados accidentalmente por los usuarios y, cuando las instalaciones están al aire libre, de pájaros o roedores.
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Las personas que suelen nadar no siempre tienen una higiene completa antes de sumergirse.
Llevan virus y bacterias en las mucosas, la saliva y la piel.
- Entre los gérmenes piscinícolas más habituales se encuentran los adenovirus, que pueden causar conjuntivitis y faringitis.
- El Giardia intestinalis, parásito responsable de náuseas, calambres y diarrea.
- La bacteria Escherichia coli, que provoca diarreas y colitis.
- En la mayoría de los casos se eliminan con cloro o bromo y manteniendo el pH adecuado.
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Bacterias de agua caliente
En los casos de albercas climatizadas o de los llamados spas, cuando el agua es caliente existe el riesgo de que proliferen distintos tipos de bacterias.
Por ejemplo, las siguientes:
- Las del género Legionella, desencadenantes de la enfermedad del legionario.
- Pseudomonas aeruginosa, que produce otitis.
- Las del género Mycobacterium, causante de neumonía.
- Staphylococcus aureus, que genera infecciones de piel, orina y oído
- Tinea pedis, culpable del pie de atleta.
Para estos lo mejor es evitar la condensación del agua, tratar las tuberías y mantener el nivel adecuado de desinfectantes.
Ameba come cerebros
En 2017 se viralizó una información sobre la ameba come cerebros. Su nombre científico es Naegleria fowleri.
El apodo se lo ganó después de que se registraron varias muertes de personas que se infectaron con este parásito.
Este parásito vive principalmente en el agua dulce caliente, es por esa razón que la han asociado a las albercas y balnearios públicos, aunque también tiene presencia en ríos y lagos durante el verano.
La ameba come cerebros infecta lo mismo a seres humanos que a animales que tienen contacto con aguas estancadas poco higiénicas.
La forma de infectarse de esta ameba es a través de la nariz, no se contrae por contacto en la piel ni por beber el agua contaminada.
La ameba se puede confundir con la meningitis bacteriana y otras enfermedades infecciosas. Los síntomas son dolor de cabeza, náuseas, vómito, fiebre, que en 10 días llevan al paciente a un estado de coma y, finalmente, muere por un paro cardiorrespiratorio.
