El 15 de septiembre los mexicanos celebramos un año más de nuestra independencia, pues se conmemora la fecha en que el cura Miguel Hidalgo y Costilla convoca al pueblo de Dolores Hidalgo, a través del repique de las campanas de su iglesia, a levantarse en armas en contra del dominio español.
Se trata, sin duda, del momento histórico más importante de la nación mexicana. El movimiento duró 11 años en los que la muerte y la desolación, aunadas a la lucha, la esperanza y el honor, dieron pie a la formación de nuestra nación.
A continuación, te dejamos la biografía de los principales protagonistas de este pasaje de nuestra historia.
Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga: nació el 8 de mayo de 1753, posiblemente en la hacienda de San Diego Corralejo, donde vivía su familia. Sin embargo, luego de una serie de discusiones, en 1868 se estableció oficialmente que Pénjamo fue su lugar de nacimiento.
Para comprender la importancia del movimiento encabezado por Hidalgo en 1810, cabe considerar que éste ocurrió en una coyuntura muy particular que permitió que un gobierno que había perdurado durante trescientos años, se transformara. La quiebra de legitimidad de la Corona española —desde la firma del Tratado de Fontainebleau en 1807, que da entrada a las tropas francesas a través de España para invadir Portugal, hasta las sucesivas abdicaciones de Carlos IV en favor de su hijo Fernando VII para terminar renunciando ambos al trono español, depositándolo en manos de Napoleón Bonaparte.
Hidalgo fue reconocido por sus contemporáneos como “la mejor cabeza del reino”, en palabras del intendente Juan Antonio Riaño, y “como un astro brillante por su ciencia”, según señaló Francisco Javier de Lizana y Beaumont, arzobispo de México, en el sermón en el que advirtió a sus feligreses sobre los riesgos que corrían si prestaban oídos a “la tumultuaria voz que se había levantado en los pueblos de Dolores y San Miguel el Grande”.
Miguel Hidalgo no era un anónimo cura de pueblo, sino un hombre de letras, artes y ciencias; un promotor de industrias en contacto con los más prominentes personajes de su tiempo, lo mismo que con los sencillos feligreses y trabajadores bajo su cuidado.
Testimonios sobre lo sucedido la madrugada del 16 de septiembre —momento en que Miguel Hidalgo hizo el llamado a los presentes para iniciar la lucha por la libertad— se han preservado a través del registro de los interrogatorios que les hicieron a Hidalgo y Juan Aldama en 1811 una vez que fueron capturados.
Desde el 15 de septiembre de 1810, el ejército insurgente había crecido exponencialmente sin orden alguno. Otros conspiradores de Querétaro, los capitanes Ignacio Allende y Juan Aldama, sumaron tropas del Regimiento de Dragones de la Reina a la multitud convocada por Hidalgo: los internos de la prisión de Dolores y vecinos que acudieron a su llamado, en buen número indios y campesinos de poblaciones cercanas, armados con cuchillos, machetes, lanzas, hondas y apenas unos cuantos fusiles.
De la sacristía del santuario de Atotonilco, Hidalgo tomó el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe, que su tropa reconoció de inmediato como bandera del improvisado ejército insurgente, integrado por unos cuatro mil hombres al momento de llegar a San Miguel el Grande.
El 21 de marzo de 1811 El grupo encabezado por Hidalgo e Ignacio Allende llega a una colina inmediata a las Norias de Baján. En la avanzada, se encuentran soldados de Ignacio Elizondo dando la bienvenida, pero detrás estaba lo principal de la tropa que captura a todos los jefes, acompañantes y centenares de soldados. En total son capturados 893 insurgentes.
Casi un mes después, el 23 de abril del mismo año, unos prisioneros son encerrados en el Real Hospital Militar, antiguo edificio del Colegio de la Compañía de Jesús; otros, en el convento franciscano. Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez, Santos Villa y Mariano Hidalgo ocupan las celdas en el primer edificio. El cubo de la torre inconclusa de la capilla del antiguo colegio sirve de celda al cura.
El 30 de julio de 1811, a las 7 de la mañana, Hidalgo es fusilado y decapitado. Su cuerpo es recogido por la Hermandad de la Orden de Penitencia de San Francisco y enterrado en la capilla de San Antonio. Su cabeza es enviada a Guanajuato, junto con las de Allende, Aldama y Jiménez, donde son exhibidas públicamente en jaulas de hierro en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas. Diez años después, al consumarse la Independencia de México son retiradas y honradas como reliquias nacionales. Actualmente, los restos del Padre de la Patria reposan en la columna de la Independencia Nacional, en la Ciudad de México.
Josefa Ortiz de Domínguez: Nació en la Ciudad de México el 19 de abril de 1773. La futura corregidora de Querétaro conoció de carencias y tratos poco dignos durante su infancia. La ascendencia vasca por parte de su padre le permitió ingresar como interna al Colegio de Vizcaínas mediante una pensión de gracia que le costearon unos parientes como caridad.
A los 16 años cumplidos, la joven Josefa Ortiz conoció al que sería su esposo, el licenciado Miguel Domínguez, quien visitaba el Colegio de Vizcaínas donde estaba internada, por asuntos de negocios y donaciones a la Mesa Directiva. El señor Domínguez, viudo y con dos hijas, se interesó en Josefa y después de su salida del colegio formaron una familia.
El matrimonio Domínguez-Ortiz procreó 14 hijos. En 1802, el virrey Félix Berenguer de Marquina designó como corregidor de Querétaro a Miguel Domínguez. En esa ciudad estaba asentada la familia cuando estalló la crisis de la Corona española en 1808.
Destacó como partidaria y propagandista de las ideas de independencia. Esta afirmación se sostuvo en lo declarado por el alcalde de la ciudad, don Juan Ochoa, ante quien se delató la conspiración y se informó oficialmente a las autoridades del Virreinato.
Josefa ha sido reconocida como protagonista de la gesta de Independencia por alertar a los organizadores del movimiento, en particular a Ignacio Allende, de que la conspiración había sido descubierta y estaban próximos a ser apresados.
Lejos de mantenerse al margen y a salvo, Josefa mantuvo vínculos con los insurgentes y expresó su desprecio hacia los peninsulares, según se desprende del informe de Romero Martínez, comandante del batallón urbano, quien en enero de 1811 notificó al virrey la actividad subversiva de la Corregidora.
Por este motivo, el virrey advirtió a Domínguez que “hiciese que su mujer se condujera con prudencia, o sería encarcelada por no corregir su conducta”. Dos años después, Josefa fue acusada de sedición por el doctor Mariano Beristáin y Souza, enviado del virrey Félix María Calleja para verificar las elecciones de renovación del Ayuntamiento.
Josefa Ortiz murió el 2 de marzo de 1829, en la Ciudad de México.
Ignacio Allende: nació el 21 de enero de 1769 en San Miguel el Grande, hoy San Miguel de Allende, Guanajuato.
Su carrera militar se inicia en 1795, cuando por la necesidad de establecer un cuartel militar en San Miguel el Grande se autorizó la integración del Regimiento Provincial de Dragones de la Reina en la región. Allende fue nombrado teniente y ratificado por despacho real en febrero de 1796.
En enero de 1801, el virrey Félix Berenguer de Marquina lo nombró teniente del Cuerpo de Granaderos, bajo el mando del general Félix María Calleja, trasladándose al norte de la Nueva España.
En 1809 intervino en la conspiración de Valladolid, promovida por los militares José María Obeso y José Mariano Michelena, pero fue descubierta y sus dirigentes detenidos. Allende logró escapar.
Conoció al cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla y promueve la organización de varios centros insurgentes; el de mayor importancia fue el de Querétaro. En un principio se decidió iniciar el levantamiento en diciembre de 1810 en la población de San Juan de los Lagos, que sería encabezado por Allende y Aldama. La detención del corregidor Domínguez, obligaron a que en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, en la Villa de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, en compañía de Ignacio Allende y Juan Aldama, decidieran convocar de manera inmediata al levantamiento en contra del dominio español, iniciando el movimiento de independencia.
Fue proclamado como generalísimo, al renunciar Hidalgo al mando en enero de 1811. En su viaje al norte del país, fue aprehendido en Acatita de Baján, Coahuila, juntamente con los demás cabecillas insurgentes, al ser traicionados por Elizondo. Fue enviado a Chihuahua, donde se le enjuició como rebelde y se le sentenció a muerte.
Ignacio Allende fue fusilado en Chihuahua el 26 de junio de 1811. Su cabeza fue expuesta en la alhóndiga de Granaditas (Guanajuato). En 1821, Anastasio Bustamante ordenó su descenso y entierro con honores. Sus restos reposan en la Columna de la Independencia en la ciudad de México.
José María Morelos y Pavón: Nació el 30 de septiembre de 1765 en Valladolid, actual Morelia (Michoacán).
Su abuelo materno le proporcionó su formación inicial. Cursó estudios en su ciudad natal y durante su juventud fue discípulo de Don Miguel Hidalgo y Costilla en el Colegio de San Nicolás, del cual Hidalgo era rector.
Se relacionó con Brígida Almonte, de Carácuaro, con la que tuvo a Juan Nepomuceno Almonte, nacido en 1803, y a Guadalupe Almonte, nacida en 1809, y aunque se responsabilizó de su crianza y educación, no les dio su apellido.
El 20 de octubre de 1810 se convirtió en el jefe insurgente en el sur de México, por comisión de Miguel Hidalgo. De 1811 hasta 1814, logró conquistar la mayor parte del sur del país y una parte del centro, en la región del actual estado de Morelos.
Entre el 9 de febrero y el 2 de mayo de 1812, se produjo su acción militar más famosa, el Sitio de Cuautla, en la ciudad homónima. En la retirada de Cuautla, al romper el sitio el 2 de mayo de 1812, se cayó de una mula provocándose una herida que se le infectó y le mantuvo semanas enfermo.
A la muerte de Hidalgo, se quedó al frente de la revolución. En 1813 se hizo con Acapulco y, en diciembre de 1813, las fuerzas realistas le vencieron en Santa María, por lo que se vio obligado a mantenerse en una guerra defensiva.
Convocó el Congreso de Chilpancingo, que emitió una declaración de independencia, promulgó la primera constitución en la historia de México, la Constitución de Apatzingán, el 22 de octubre de 1814
Acosado por las tropas enviadas por el virrey Calleja, no pudo escapar y fue capturado por los realistas en noviembre de 1815, mientras protegía al Congreso en su retirada hacia Tehuacán.
Le acusaron de herejía y fue arrebatado de sus hábitos por la Inquisición. José María Morelos y Pavón fue entregado a las autoridades seculares y fusilado el 22 de diciembre de 1815 en San Cristóbal Ecatepec. Coaccionado por sus verdugos, se retractó a cambio de recibir los sacramentos antes de morir.
Vicente Guerrero: nació el 9 de agosto de 1782 en Tixtla (hoy Estado de Guerrero).
Comenzó su carrera militar a las órdenes de Hermenegildo Galeana en 1810. Tomó parte en la lucha por la independencia en las filas de José María Morelos. Posteriormente apoyó el Congreso de Chilpancingo hasta su disolución y se refugió en las montañas llegando a ser el jefe de la insurrección en el sur.
En el año 1820 Vicente Guerrero se enfrentó aAgustín de Iturbide, quien le invitó a unirse en la lucha por la liberación. Aceptó el Plan de Iguala (1821) y pasó a luchar a las órdenes de Iturbide. Conseguida la independencia, se sublevó en 1822 contra Iturbide, proclamado emperador constitucional.
Fue derrocado por el general Anastasio Bustamante en 1829. Reinició la lucha desde el sur y fue hecho prisionero en Acapulco. Se le sometió a juicio y Vicente Guerrero fue fusilado el 14 de febrero de 1831, en Cuilapán, (hoy Cuilapán de Guerrero).
Declarado Benemérito de la Patria el 16 de noviembre de 1833, se creó en su honor el Estado de Guerrero en 1849.
Agustín de Iturbide: nació el 27 de septiembre de 1783 en Valladolid, (Michoacán, México).
Hijo de un rico español llamado Joaquín de Iturbide y de la michoacana María Josefa de Arámburu.
Cursó estudios en el seminario de su ciudad natal y posteriormente ingresó al ejército virreinal como alférez del regimiento provincial.
Siendo alférez del Ejército español Agustín de Iturbide se negó a colaborar con la rebelión del curaMiguel Hidalgo y participó en la detención de los conspiradores de Valladolid en 1809. Un año después, cuando Hidalgo irrumpió en la ciudad, decidió escapar. Ese año participó también en la batalla del Monte de las Cruces y ascendió a capitán.
En 1811, fue destinado al sur del país y combatió a las guerrillas insurrectas de Albino García, al que apresó en 1812, y de Ramón Rayón, al que derrotó en el puente de Salvatierra en 1813. Ese año comenzó a ejercer como coronel y fue nombrado comandante general de la provincia de Guanajuato, donde siguió persiguiendo a los rebeldes y empezó a ser conocido como ‘el Dragón de fierro‘.
En 1815, siendo comandante general del Ejército del norte, Agustín de Iturbide venció aJosé María Morelos, pero fracasó ante los hermanos Rayón en Cóporo.
El 25 de febrero de 1822 se eligió un Congreso Constituyente, pero un motín del regimiento de Celaya, en mayo de 1822, dio el poder a Iturbide, así que se proclamó emperador con el nombre de Agustín I.
Un mes más tarde se produjo la insurrección deGuadalupe Victoria y Santa Anna, que lograron el apoyo de la mayoría del Ejército, lo que forzó a Iturbide a restablecer el Congreso y a abdicar el 19 de marzo de 1823. En abril fue abolido el Imperio y en mayo salió del país rumbo a Europa.
Un mes más tarde se produjo la insurrección deGuadalupe Victoria y Santa Anna, que lograron el apoyo de la mayoría del Ejército, lo que forzó a Iturbide a restablecer el Congreso y a abdicar el 19 de marzo de 1823. En abril fue abolido el Imperio y en mayo salió del país rumbo a Europa.
Juan Aldama: Otro de los héroes de la primera parte de la lucha. Gracias al aviso deJosefa Ortiz de Domínguez el grito tuvo que ser adelantado y él estuvo presente al momento en que Hidalgo dio inicio al Movimiento Insurgente.
A partir de ese momento, participó en las primeras luchas hasta su muerte en junio de 1811, su cabeza junto a las de Allende, Mariano Jiménez y Miguel Hidalgo fueron exhibidas en la Alhóndiga de Granaditas como ejemplo para quienes quisieran unirse a la causa.
Finalizada la Independencia, sus restos fueron enterrados en el altar de los reyes en la Catedral de la Ciudad de México.
Guadalupe Victoria: Primer presidente de México de 1824 a 1829, su nombre real es Jose Ramón Adaucto Fernendéz y Felix.
En la guerra por la Independencia no tuvo una derrota hasta 1815, una marca bastante alta para los Insurgentes, después tuvo que esconderse en la selva veracruzana y ahí comenzó a tener cuadros epilépticos. Durante su mandato, comenzó las relaciones con Reino Unido, Estados Unidos, la República Federal de Centro América y Colombia.
Con la creación de la Marina de Guerra en 1825, le dio a México total independencia de otros países. En 1829 cedió el poder a Vicente Guerrero, y después de muchos años de luchar contra la epilepsia, falleció en 1843.
*Con información del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) y la Fototeca Nacional.