Debido a la inactividad y los hábitos inapropiados de alimentación, la población con discapacidad mental sufre de obesidad a partir de los cuatro años, advirtió la coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Universidad Iberoamericana, Araceli Suverza Fernández.
La especialista expuso que las personas con síndrome de Down suelen desarrollar sobrepeso a partir de la infancia, el cual se mantiene toda la vida, convirtiéndose en ocasiones en un problema de obesidad.
En el caso de las personas con discapacidades neuromusculares (parálisis cerebral, mielomeningocele, distrofia muscular progresiva y estado postpoliomelitis), la académica apuntó que quienes las padecen suelen presentar masa muscular débil y fuerza muscular menor. Ello, indicó, afecta seriamente la capacidad física de los niños que viven en esta situación.
Al respecto, afirmó que los niños que padecen discapacidades neuromusculares no pueden presentar siquiera un leve sobrepeso, ya que a medida que éste se acerca a niveles normales o elevados, al niño se le dificulta realizar sus actividades cotidianas, así como cualquier tipo de actividad física en general.