En las últimas semanas ha estado en el epicentro de la agenda pública el uso y consumo de fentanilo, opioide que de acuerdo con Estados Unidos se trafica desde México de manera ilegal por parte de bandas del crimen organizado.
El fentanilo que llega al vecino país se consume principalmente a través de píldoras azules de oxicodona falsificadas y conocidas como M30.
El pasado 15 de marzo, Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, propuso que se prohíba el uso de fentanilo para fines médicos.
Esta declaración se dio luego de la guerra de acusaciones entre el mandatario y políticos estadounidenses, por el tráfico de este opioide desde México hacia Estados Unidos.
“Voy a pedir a médicos y científicos mexicanos que analicen la posibilidad de que podamos sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos para dejar de usarlo, a ver si es posible. Porque antes se usaban otros analgésicos”, dijo en su conferencia diaria en Palacio Nacional.
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“Para propósitos médicos, el fentanilo se utiliza para quitar el dolor de enfermedades terminales. O cuando hacen operaciones que son muy dolorosas lo usan, pero antes se utilizaban otros analgésicos. Hay que explorar esa posibilidad”,agregó el presidente.
¿Qué es el fentanilo y qué medicamentos lo contienen?
El fentanilo es un medicamento potente utilizado para aliviar el dolor intenso, generalmente después de cirugías o en pacientes con enfermedades crónicas.
Por ser un opioide sintético, se usa para tratar el dolor relacionado con el cáncer y otros tipos de dolor crónico. Algunos medicamentos que contienen fentanilo incluyen:
- Duragesic: un parche transdérmico de fentanilo que se aplica en la piel para proporcionar un alivio prolongado del dolor.
- Actiq: una pastilla para chupar que contiene fentanilo y se usa para el tratamiento del dolor de cáncer en pacientes que ya están recibiendo opioides.
- Sublimaze: una solución inyectable de fentanilo que se usa para la anestesia general durante la cirugía y para el control del dolor postoperatorio.
- Abstral: un comprimido sublingual de fentanilo que se usa para el tratamiento del dolor de cáncer en pacientes que ya están recibiendo opioides.
Es importante tener en cuenta que el fentanilo es un medicamento potente y puede ser peligroso si se usa incorrectamente o se abusa de él.
Por lo tanto, debe usarse bajo la supervisión de un médico y siempre siguiendo las instrucciones de la receta médica.
Óscar Próspero García, director del Laboratorio de Cannabinoides de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que para entender su poder hay que imaginar un grano de arroz y partirlo en cinco porciones, la dosis letal es del tamaño de una de ellas.
El académico universitario advierte que a lo anterior se debe sumar que existen análogos que no sabemos qué contienen, porque son fabricados en laboratorios clandestinos y solo quienes los elaboraron saben el tipo de precursores que usaron.
Fallecimientos por sobredosis de fentanilo
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos, registró el incremento de fallecimientos por sobredosis de fentanilo año con año.
En 2021, el centro registró 91 mil 238 muertes por sobredosis de ese opioide.
En Estados Unidos se estima que en México hay un subregistro, porque oficialmente solo se tienen reportados cinco casos, cuando ellos han perdido a más de 91 mil personas por esta causa.
Lo anterior lo detalló Próspero García, también consultor de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC), el pasado mes de febrero.
La UNODC refiere que en 2017 fallecieron 53 millones de personas en el orbe por el uso de opioides con fines no médicos, lo que representó 1.1 por ciento de la población mundial de 15 a 65 años.
¿Cuándo se empezó a usar el fentanilo con fines médicos?
El fentanilo es de 50 a 100 veces más potente que la morfina y los médicos recetan su administración en pastilla, píldora aerosol, parche para la piel o inyección.
Es 100 por ciento creado por el ser humano, a diferencia de varios opioides que provienen de la amapola.
Se emplea desde hace medio siglo, pero fue aprobado a inicios de la década de los 90 para tratar el dolor severo, especialmente para pacientes con algún tipo de cáncer. Sin embargo, la combinación de su extrema potencia y la facilidad de acceso a la droga ocasionan que sea cada vez más utilizado con fines no médicos entre los consumidores de drogas.
Adicción al fentanilo ya es un problema de salud pública
El problema es que el fentanilo no farmacéutico se fabrica ilegalmente y a menudo se combina, en forma de polvo o líquido, con drogas ilícitas (cocaína, metanfetamina y heroína).
Al igual que sus derivados activan mecanismos que provocan euforia asociada al “viaje”.
Además de alivio del dolor que rápidamente genera dependencia, suprime la respiración o el reflejo respiratorio, lo que puede causar daños cerebrales, estado de coma o la muerte, además de sensación de calor y estreñimiento.
Otros efectos secundarios son:
- La depresión
- Cambios en el comportamiento que incluyen episodios de llanto, ansiedad e irritabilidad
- Ideas de suicidio y alucinaciones
- Boca seca
- Trastornos en la memoria a corto, mediano y largo plazos
- Variaciones y descenso en el ritmo cardíaco
- Contracción pupilar
- Infecciones renales y urinarias
- Depresión respiratoria
El psiquiatra de la UNAM refiere que al igual que con otros opioides, la sobredosis de fentanilo puede causar pupilas pequeñas en forma de puntitos, asfixia o gorgoteo, piel fría y/o húmeda, y pérdida de consciencia.
