¿Qué es y cómo funciona el bombardeo de nubes que se hará en la CDMX?

Bombardeo de nubes en la CDMX
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En los primeros días de marzo se anunció que durante los meses de marzo, abril y mayo, la Ciudad de México vivirá un complicado abasto de agua, por lo que ya se anunció como estrategia para garantizar el abasto, el bombardeo de nubes.

En el anuncio del 7 de marzo, autoridades de la CDMX y Conagua señalaron que ya se llevan a cabo acciones para mitigar la falta de agua, como la puesta en operación y rehabilitación de pozos, plantas y otra infraestructura.

Aunado a estas medidas, la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo, informó este jueves 23 de marzo, que a partir de la próxima semana comenzará el bombardeo de nubes en zona del sistema Cutzamala, para captar lluvia, aunque “el agua no se crea..”.

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La mandataria capitalina indicó que es un proyecto que llevará a cabo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y que, hasta el momento, no tienen certeza sobre los resultados que se obtengan.

“Ellos van a iniciar al parecer la próxima semana el bombardeo de nubes y va a prolongarse hasta varios meses”, dijo Sheinbaum.

La mandataria capitalina aseguró que la técnica de bombardeo de nubes para captar agua de lluvia, “han tenido resultados en otros lados, y depende mucho de la humedad del medio ambiente”.

Bombardeo de nubes 1

¿Qué es el bombardeo de nubes?

El bombardeo de nubes, también conocido como siembra de nubes, es una técnica de modificación del clima que consiste en rociar nubes con sustancias químicas con el objetivo de aumentar la cantidad de precipitación en una determinada área.

Esta técnica se utiliza comúnmente en regiones áridas o semiáridas donde la escasez de agua es un problema, o en áreas que enfrentan sequías prolongadas.

El bombardeo de nubes se puede realizar desde el suelo o desde aviones que vuelan sobre las nubes.

Los químicos utilizados en el bombardeo de nubes pueden incluir yoduro de plata, cloruro de calcio, nitrato de sodio y urea.

Estas sustancias ayudan a las nubes a formar gotas de agua más grandes y a aumentar la cantidad de precipitación que cae al suelo.

Sin embargo, la eficacia de la siembra de nubes puede ser variable y depende de factores como la humedad del aire, la temperatura y la densidad de las nubes.

Bombardeo de nubes 2

¿Cómo funciona el bombardeo de nubes?

El bombardeo de nubes funciona mediante la inyección de sustancias químicas en nubes que tienen el potencial de producir precipitación, pero que no están generando suficiente lluvia por sí solas.

El objetivo es estimular la formación de gotas de agua más grandes dentro de las nubes, lo que aumenta la probabilidad de que estas gotas se fusionen y formen precipitación.

Las sustancias químicas que se utilizan en la siembra de nubes actúan como núcleos de condensación.

Es decir, proporcionan un lugar donde el vapor de agua dentro de la nube puede condensarse y formar una gota de agua.

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Cuando se introducen en la nube, las sustancias químicas se expanden y se dispersan, creando un gran número de núcleos de condensación que atraen al vapor de agua.

Las partículas químicas en la nube actúan como semillas de lluvia, lo que ayuda a aumentar la cantidad de lluvia que cae.

La lluvia resultante de este proceso puede ser beneficiosa para la agricultura y otras industrias que dependen del agua, especialmente en áreas donde la precipitación natural es baja.

Es importante insistir en que el bombardeo de nubes no siempre es efectivo y que su uso puede ser controvertido.

Aunque se ha demostrado que puede aumentar la cantidad de lluvia en ciertas situaciones, también puede tener efectos negativos, como la contaminación del aire y del agua debido a las sustancias químicas utilizadas en el proceso.

Consecuencias en el ambiente de la siembra de nubes

El bombardeo de nubes, como cualquier otra técnica de modificación del clima, puede tener consecuencias ambientales tanto positivas como negativas.

Algunas de las posibles consecuencias negativas del bombardeo de nubes incluyen:

  • Contaminación: Las sustancias químicas utilizadas en el bombardeo de nubes pueden tener efectos negativos en la calidad del aire y del agua. Especialmente si se utilizan en grandes cantidades o si se utilizan sustancias tóxicas. Además, estos químicos pueden tener efectos negativos en la salud humana y la vida silvestre.
  • Alteración del ecosistema: El cambio en el patrón de lluvia que resulta del bombardeo de nubes puede alterar el equilibrio ecológico de una región y afectar la vida silvestre y los ecosistemas naturales. Por ejemplo, puede aumentar el riesgo de inundaciones o deslizamientos de tierra. O puede provocar la desertificación en áreas donde la vegetación depende del régimen de lluvias.
  • Efectos secundarios imprevistos: El bombardeo de nubes es una técnica relativamente nueva. Aún no se comprenden completamente todos los efectos secundarios que podría tener en el clima y el medio ambiente. Por lo tanto, es posible que se produzcan efectos secundarios no deseados o imprevistos que podrían tener consecuencias negativas.
  • Uso inadecuado de recursos: El bombardeo de nubes es una técnica costosa y que requiere una gran cantidad de recursos, como aviones y sustancias químicas. Si no se utiliza adecuadamente, puede ser un desperdicio de recursos y no producir los resultados deseados.

En conclusión, el bombardeo de nubes es una técnica que debe utilizarse con precaución y sólo en situaciones donde se justifique su uso.

Antes de implementar esta técnica, es importante evaluar cuidadosamente los posibles impactos en el medio ambiente y la salud humana. Así como también los costos y beneficios de su uso.

¿Quién inventó el bombardeo de nubes?

El bombardeo de nubes, fue inventado en 1946 por el meteorólogo estadounidense Vincent Schaefer y su colaborador, el físico Bernard Vonnegut.

Schaefer y Vonnegut descubrieron por casualidad que la nieve se podía producir en una nube mediante la adición de nitrógeno líquido.

A partir de este descubrimiento, Schaefer y Vonnegut comenzaron a experimentar con diferentes sustancias químicas para estimular la precipitación.

En 1947, realizaron el primer experimento de siembra de nubes en el estado de Massachusetts.  Consistió en rociar una nube con yoduro de plata para producir precipitación.

Desde entonces, la siembra de nubes se ha utilizado en todo el mundo para aumentar la cantidad de lluvia en regiones donde la escasez de agua es un problema. O para reducir los efectos de la sequía.

Sin embargo, el uso de esta técnica sigue siendo objeto de debate y controversia, debido a los posibles impactos ambientales y a la falta de certeza sobre su eficacia.

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