Uso de la Inteligencia Artificial debe tener como límite la ética

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La Inteligencia Artificial (IA) se está convirtiendo en parte del día a día, pues se quiera o no ya convivimos con ella a través de diferentes dispositivos.

Se trata de la simulación de la inteligencia humana en máquinas que son programadas para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Como el aprendizaje, el razonamiento y la resolución de problemas. La IA se divide en dos categorías: la IA débil, que se enfoca en la realización de una tarea específica, y la IA fuerte, que busca simular la inteligencia humana en su totalidad.

Funciona a través de la implementación de algoritmos y técnicas específicas en una computadora.

Una de las formas más comunes de IA es el aprendizaje automático, que se basa en el uso de algoritmos para analizar datos y aprender de ellos.

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Existen varios tipos de aprendizaje automático, incluyendo el aprendizaje supervisado. En este se proporciona un conjunto de datos etiquetados para que la máquina aprenda a predecir resultados futuros, y el aprendizaje no supervisado, en el que se proporciona un conjunto de datos sin etiquetar y se espera que la máquina descubra patrones y relaciones por sí misma.

Además del aprendizaje automático, hay otras técnicas y algoritmos utilizados en IA, como el procesamiento del lenguaje natural, el reconocimiento de patrones, y el razonamiento automático. La IA también puede ser aplicada a una variedad de campos, como la robótica, la visión por computadora, y la inteligencia empresarial.

Chat GPT

Saiph Savage, egresada de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y académica de la Universidad del Nordeste en Estados Unidos, señala que en el uso de la IA, las consideraciones éticas dependen de cada persona.

En el caso del ChatGPT, que es capaz de sorprender a casi cualquiera por sus capacidades de respuesta, indica que no es una mala herramienta per se, sino que su uso está supeditado a las necesidades de cada usuario.

Límites de la Inteligencia Artificial 1

Savage indica que utiliza a diario la herramienta porque le parece sumamente útil, especialmente para el tema de productividad.

Le doy texto que estoy generando en inglés y le pido que me ayude a pulirlo, a mejorarlo. Por un lado, están de cierto modo democratizando que nos podamos expresar mejor en otros idiomas.

Esto hace que puedas obtener ciertos fondos, que puedas escribir bien ciertos libros y que la audiencia se enamore de lo que estás haciendo.

Alguien que es extranjero, por ejemplo, que viene de México y tiene que escribir cosas en inglés para obtener fondos, no va a escribir nunca tan bien como un nativo.

Esta herramienta sirve mucho porque está entrenada con esa cantidad masiva de datos en diferentes idiomas. Sobre todo en inglés te puede ayudar a pulir un texto para que se lea muy bien.

Hay ciertas consideraciones éticas que deben tener las personas, especialmente en cómo utilizan la OpenAI (inteligencia artificial abierta).

Es importante que los seres humanos cuestionen éticamente cómo están utilizando esa herramienta. Ver que también puede tener dos filos: un aspecto positivo es que puede ayudar a la productividad, pero también puede tener un aspecto negativo.

Es una decisión individual.

¿Qué límite debe tener la Inteligencia Artificial?

A consideración de la egresada de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, la respuesta a esta pregunta, es que más que pensar en el límite debemos pensar en el tipo de futuros que queremos crear y que no queremos crear.

Hay mucho valor en pensar en cómo estas herramientas nos pueden ayudar a dar más poder a los trabajadores en vez de desplazarlos.

Porque ciertamente podrías argumentar que van a eliminar algunos trabajos, pero hay mucho valor en pensar cómo los podrían empoderar.

Por ejemplo, podrían implementar este tipo de herramientas, crear un chatbot el cual esté entrenado para informarle a los otros trabajadores sobre sus derechos.

De la misma manera puede ser usada para organizar campañas o crear mensajes que resuenen con los obreros para incitarlos a organizarse, señaló la universitaria.

¿Cómo deben lidiar en la academia con la Inteligencia Artificial?

La inteligencia artificial ha sido materia de rechazo por algunos maestros, desde las calculadoras, Wikipedia y otras herramientas que facilitan el trabajo de los alumnos.

Sin embargo, Saiph Savage comenta: “Son preocupaciones válidas. Pero como docentes debemos pensar de qué manera diseñamos las tareas que les dejamos a nuestros alumnos justamente para que puedan tener acceso a estas herramientas.

Cuando yo estaba en la Facultad de Ingeniería en Geometría Analítica, que trata de visualizar figuras en 3D, la profesora no nos dejaba utilizar calculadoras gráficas porque nos decía que nosotros no practicábamos cómo imaginar los números.

Tenía toda la razón. Nos dejaba ejercicios dentro del salón de clases donde no podíamos sacar la calculadora y teníamos que mostrar el proceso con el cual llegamos a los resultados.

Como docentes tenemos que pensar de un modo similar. Hay que pensar cómo rediseñar las tareas.

La recomendación de la académica es que en este momento resulta una gran oportunidad para acercarse a dicha tecnología. Para empezar a imaginar cómo los estudiantes podrían integrarla, tanto en las aulas como en su investigación, y crear nuevo tipo de interfaces. Entonces les invitaría a todos a que lo exploren. Tenemos mucho potencial para realmente poder revolucionar la inteligencia artificial”.

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