Los calendarios de Gloria Trevi fueron todo un suceso en la década de los 90´s, antes de que estallara el escándalo llamado Clan Trevi-Andrade.
En dichos calendarios la cantante salía con poca ropa junto a varias jovencitas, algunas de las cuales después fueron parte del llamado clan.
Al momento se está realizando una bioserie, que produce Carla Estrada para Televisa.
Calendarios de Gloria Trevi
Fue fotografiada por una mujer, la experta en desnudos Maritza López, quien le hizo cuatro calendarios a la cantante bajo la supervisión de Sergio Andrade.
De acuerdo con el sitio de Univisión, Maritza detalló que la idea de los calendarios fue de Andrade, en 1992 vendió en su primer tiraje 120 mil ejemplares. Hubo dos ediciones más.
El deseo de Trevi por ser presidente y astronauta, se explotó en el concepto de algunas fotos.
Explicó que el segundo calendario fue escandaloso, pero que las ventas eran muy altas y cosa curiosa, nunca fueron censurados.
Ella hizo cuatro, el de 1992, 1993, 1994 y 1995. Sergio hizo otro que considera desastroso, porque denigró mucho a Trevi.
La fotógrafa notó que había muchas jovencitas cerca de Sergio, que había un control peculiar de parte de él hacia ellas, pero que ella siempre se limitó a hacer su trabajo.
Así la manipulaba Sergio Andrade
Gloria Trevi declaró en una entrevista con El Financiero en el 2020, que fue enganchada con el productor y no pudo safarse en su momento.
“Tenía 16 años cuando conocí a este sujeto, a Sergio Andrade, ya no iba a fiestas, no tuve novios, estuve clavada en trabajar y hacer música. Hay cosas que no puedo estar hablando en medios, sino ante un juez”, comentó.
La cantante detalló que durante esa etapa de su vida sufrió mucha tristeza y soledad, pero sí aclaró que Andrade era un manipulador.
Perdió a su hija Ana Dalai en raras condiciones; en la cinta Gloria, se dice que murió por asfixia, pero que Sergio Andrade la quitó de su lado para enterrarla.
La pérdida de su bebé la marcó de por vida; después de eso tuvo otros dos hijos, uno de ellos de Sergio Andrade.
