Escenario de un gran número de acontecimientos históricos, la Ciudad de México (CDMX), fue fundada por el Imperio Azteca en lo que en su tiempo fue el gran lago de Texcoco.
Aunque no existe consenso científico sobre la fecha de su fundación, se estima que esta pudo ocurrir a inicios del siglo XIV.
Correlaciones hechas en el periodo de la Nueva España sugieren que la fundación fue llevada a cabo por los mexicas el 13 de marzo de 1325. Sobre una isla del lago de Texcoco, con el nombre de Cuauhmixtitlan y renombrada México-Tenochtitlan por Acamapichtli en 1376 como homenaje al caudillo Ténoch.
Ese asentamiento, al paso del tiempo, se convirtió en la capital del Imperio mexica.
Y el 13 de agosto de 1521, los mexicas fueron derrotados con la toma de la ciudad. Esta derrota fue a manos de los españoles y sus aliados indígenas al mando del conquistador español Hernán Cortés, acontecimiento que marcó el inicio de la época virreinal.
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Y fue justo en esta época, la colonial, cuando el agua de la zona fue drenada.
500 años después, las consecuencias de esta decisión se hacen más evidentes.
Sin embargo, es desde hace más de 100 años, que se tienen registros de que la Ciudad de México se hunde. Como consecuenciaa la constante compactación del antiguo lecho del lago sobre el que se construyó.
Desde 1900 ya se sabía que la ciudad se hundía a una tasa de 9 centímetros por año. Y para la década de los 50s aumentó a 29 centímetros por año.
Debido a esto, se implementaron medidas para combatir la situación. Sin embargo, la tasa de hundimiento ha aumentado en las últimas dos décadas, llegando a una cifra alarmante de 50 centímetros por año y, de acuerdo con un estudio publicado en Journal of Geophysical Research, no hay esperanza de que esto pueda revertirse.
La investigación se realizó por parte de un equipo de científicos mexicanos y estadounidenses. Utilizaron 115 años de mediciones terrestres y 24 años de mediciones espaciales mediante el empleo del Radar Interferométrico de Apertura Sintética (InSAR).
A partir de los datos obtenidos, el equipo llegó a la conclusión de que el hundimiento en la CDMX es casi irreversible. Además, es responsable de los daños y fracturas en la infraestructura de la ciudad, como edificios, sitios históricos, alcantarillas y líneas de gas y agua.
Asimismo, los investigadores pronostican que el suelo se seguirá compactando durante los próximos 150 años, lo cual producirá que la Ciudad de México se hunda 30 metros más.
“El escenario está listo para una doble crisis de agua y hundimiento si no se implementan acciones drásticas de gestión del agua”, señalaron los investigadores.
