El pasado 24 de abril el gobierno de la Ciudad de México (CDMX) se llevaron a cabo diversas actividades para despedir a la palma del Paseo de la Reforma, anunciando que la ciudadanía tendría la opción de elegir una nueva especie para esa glorieta, entre ellas, un ahuehuete.
Tras más de 100 años en ese sitio, las autoridades capitalinas decidieron retirar la palma por una plaga que la afectaba y no había manera de salvarla.
Finalmente, durante la madrugada del 25 de abril, la palma fue retirada del sitio desde donde vio crecer a esta ciudad por más de un siglo.
Tras el anuncio de su retiro, se adelantó que se abriría una consulta ciudadana para que la gente eligiera qué nuevo ejemplar sería colocado en el lugar.
La consulta concluyó el pasado domingo 8 de mayo y un ejemplar de ahuehuete ganó en este ejercicio ciudadano.
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Ahuehuete ganó en consulta ciudadana para sustituir la palma
En el sitio https://lapalmadereforma.cdmx.gob.mx/, se indica que un ejemplar de ahuehuete fue el elegido por los capitalinos, para reemplazar a la icónica palma de Reforma.
En la consulta se registraron 203 mil 644 votos, de los que 77 mil 487 fueron para el ahuehuete.
Así quedó la votación y las diferentes especies que se propusieron como opción:
Ahuehuete. ‘El viejo del agua’
El ahuehuete, sabino o ciprés mexicano, es una conífera de grandes dimensiones que pertenece a la familia de las gigantes secuoyas americanas.
De vida longeva, estos árboles se desarrollan en lugares con abundancia de agua, mantos freáticos superficiales, nacimientos de agua o las veras de los ríos.
De ahí su nombre, que en náhuatl (ahuehuetl) significa “viejo del agua”.
Los ahuehuetes son típicos de México, aunque también se les encuentra en algunas zonas del sur de Texas y norte de Guatemala.
Para los aztecas el ahuehuete era un árbol sagrado y ceremonial relacionado con el agua.
Ahuehuetes emblemáticos de nuestro país
De acuerdo con Beatriz Torres Beristain, investigadora de la Universidad Veracruzana, en el Bosque de Chapultepec, existió un ahuehuete de 12.5 metros de circunferencia, con 40 metros de altura.
Se le llamaba “El Sargento” o “El Centinela”. Estaba ubicado entre la Fuente de la Templanza y la Tribuna Monumental dedicada al Escuadrón 201.
Vivió aproximadamente 500 años, desde tiempos prehispánicos. Desgraciadamente, en 1969 se secó por la contaminación y la falta de agua.
El “Árbol de la noche triste” es el ahuehuete donde se dice que Cortés lloró su derrota el 10 de julio de 1520. Se encuentra en la calzada México-Tacuba, en la colonia Popotla. Un descendiente suyo vive en Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Otro célebre ejemplar es el sabino gordo de la Hacienda de Espíritu Santo en General Terán, Nuevo León, con una edad aproximada de mil años.
Uno más se encuentra en el Santuario de Chalma, en el municipio de Ocuilán de Artega, Estado de México. Para muchos es un árbol sagrado, a sus pies nace un arroyo, a cuyas aguas se les atribuye cualidades curativas.
“El árbol del Tule”, que se encuentra en Santa María del Tule, Oaxaca, es de los árboles más longevos del mundo, pues cuenta con más de 2 mil años. Con un monumental diámetro de 40 metros, es el más ancho de su especie.
En el actual municipio de San Salvador Atenco, Estado de México, se plantaron en tiempos prehispánicos cerca de 2 mil ahuehuetes que adornaban uno de los jardines de Nezahualcóyotl. El espacio que los alberga fue declarado Parque Nacional “El Contador” por Lázaro Cárdenas, en tierras ejidales de dicho pueblo. Sin embargo, en la actualidad, al parecer, no quedan especímenes en las delimitaciones del parque.